Escrito por Agustín Giralt Font el Publicado en Blog
Para una estrategia de marketing ganadora en un mundo cada vez más omnicanal, no es suficiente saber dónde están los consumidores. A medida que los usuarios demandan más control sobre sus datos, cumplir con sus expectativas de privacidad y demostrar que las marcas las respetan son la llave para triunfar.
En los últimos dos años, la mayoría de las marcas se preguntaron cómo, cuándo y dónde experimentar de manera virtual. Pero separar modas pasajeras de los comportamientos duraderos será fundamental para construir estrategias digitales sólidas que emocionen y atraigan a las audiencias en todas las plataformas. Para eso, le preguntamos a expertos de la industria, analistas y creadores de contenido qué esperar en los inicios de este cambio revolucionario: en esta nota, un recorrido con sus respuestas.
„Durante años, los especialistas en marketing han estado integrando productos impulsados por inteligencia artificial (IA) en casi todos los aspectos de su trabajo, obteniendo insights críticos y generando más conversiones con optimizaciones de campañas mejoradas.“
Más recientemente, el crecimiento de noticias en torno a la IA generativa ha renovado la importancia fundamental del ser humano en el “asiento del conductor”, especialmente cuando se trata de generar anuncios creativos. La creatividad publicitaria no existiría sin el talento que hay detrás, punto final. Y así como los especialistas en marketing han estado usando herramientas impulsadas por la IA, los creativos han estado experimentando con IA en todo, desde anuncios interactivos hasta presentaciones conceptuales.
Durante la próxima década, las empresas no serán económicamente viables a menos que innoven y se transformen rápidamente. Esto lo refleja un estudio reciente de PWC, en el que se entrevistó a más de 4.400 CEO de diferentes países del mundo, como México, Argentina y Brasil. Entre ese abanico de fuerzas que sacará de la escena a quienes no se adapten, se encuentran las necesidades cambiantes de los clientes y la explosión de datos disponibles para la toma de decisiones. La época en la que los datos empíricos y de una sola fuente eran los más importantes ha quedado atrás, dando paso a la era de decisiones estratégicas apalancadas en datos.